lunes, 2 de noviembre de 2015

CARTA A UNA MADRE AUSENTE

A tres días de que tu sueño se hiciera realidad,
partiste sin regreso, dejándome solo, 
con el ansiado diploma entre las manos,
aquel por el que luchaste tanto, sin podértelo ofrendar.

Voces e imágenes afloran a mi mente
no puedo ni las quiero olvidar, 
las palabras de mi padre, el llanto de mi hermana, 
todos dolidos por tu partida mamá.

Estabas en ese lecho, pálida, fría, mirando sin ver,
 tus labios mudos, tu noble corazón también;
ya no tendría tus palabras, tu cariño, tu bondad,
nacía a la vida, con solo 17 años y perdía a mi guía, mi luz, mi pan.

Ya transcurrieron 12 años de ese aciago día mamá,
hoy como siempre te recuerdo, pero de una forma muy especial
es que a mi lado tengo a una esposa, tan madre como tú mamá,
tengo también  a tus nietos, aquellos con los que soñaste, 
y que hoy no tienen la dicha y el honor de conocer a su abuelita,
porqué un día, Dios de nuestro lado te quiso arrancar.

He seguido aquel ejemplo que tu y papá me supieron dar
la humildad y el amor ante todo, lo superfluo y banal,
la pobreza material y la riqueza espiritual,
antes que las ingentes fortunas que sólo corrompen el alma
y desvirtúan al hombre en su esencia, en sí a la humanidad.

Procuraré dar a mis hijos, la educación y todo aquello que con amor me supieron enseñar
trataré de que no cometan los mismos errores,
que quizás por falta de tu luz, de tu guía, de tu pan,
pude haber cometido en esa aciaga noche que otra luz, tu hija, mi hermana, me supo rescatar.

Yo les diría a aquellos que aún tienen la dicha de tener mamá
que disfruten de todo lo que ellas pueden y saben brindar
pero fundamentalmente que las cuiden y santifiquen en vida,
que no hagan como yo, que quizás me equivoqué en eso,
o la vida no me dio la oportunidad, de ofrendarte todo por poco que fuera
mientras estabas a mi lado mamá.

Hoy en tu ausencia te evoco, quisieras que estés aquí, mamá
para ofrendarte todo lo que te mereces, y que vaya a saber por qué no te supe dar,
quisiera que estés junto a mis hijos, tus nietos
para que les contaras, toda tu vida, plena de lucha y de afán
Ay Madre ¡ daría la vida si es necesario
para que estés junto a mí, querida y añorada mamá!

No hay comentarios:

Publicar un comentario