
En Otoño, la estación de las hojas caídas
de los recuerdos y la melancolía
Sacudiendo corazones, transportando alegrías
un retoño dio a luz, una flor llamada Camila.
El anuncio de tu advenimiento
produjo sorpresa y desatino
Pero la luz de tus ojos, iluminó un nuevo camino,
Derribando paradigmas, cantamos todos plenos de amor tu himno.
Una melodía sinfónica nos acompaña cada día
Risas, gritos, brazos y manitas extendidas
Inundan el hogar de paz, esperanza y alegría,
Soñando que nunca te vayas, que estés aquí toda la vida.
Como todos, nosotros tus abuelos te deseamos
Que tengas una vida pletórica de felicidad y armonía
Que tus padres te inculquen valores
Para que camines segura y firme por la vida.
En tu bautismo Camila, nuestra Mensajera de Dios
Bendícenos y haznos transfusiones de tu sana risa
De tu pureza, tu dulzura y prístina alegría
Para renovar nuestros corazones y acompañarte este y todos los días.
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