viernes, 29 de octubre de 2010

Mi amigo el comisario.

Poema escrito en un rapto de inspiración, momentos antes del brindis en honor a Mario Núñez por su ascenso y que refleja su personalidad que no cambia y no cambiará a pesar de su grado.  Nos conocemos hace muchísimos años y compartimos momentos buenos y malos en el laburo, pero siempre con su temple y mano extendida al compañero. Hoy ya descansando al haber pasado a retiro, recordé este emotivo encuentro en su casa.

Mi amigo el Comisario


Mi amigo, el Comisario, yo tengo un amigo, que es un comisario
Pero yo no saco chapa de su grado,
Prefiero decir que tengo un amigo
Una buena persona y que se llama Mario.

Porque él tampoco la saca
diciendo “Soy el Comisario”
y hasta lo dice quedito
y se gana el respeto y el afecto por sus dotes personales
por su trato afable y por ser un buen funcionario


De buena cuna es, conoce la pobreza
Y valora el sacrificio y amor de sus padres
Le inculca a sus hijos esos altos ideales
Que le supieron transmitir Doña María y Don Mario
Le duelen las injusticias, las agachadas y las hoy tan comunes, maldades


De sus tiempos de caddie se acuerda, del carro, la vaquita lechera
El vivió en Yerba Buena, la ciudad paqueta, la de los intelectuales
Yo prefiero decir que por donde ande el será Buena Yerba
Y sostendrá siempre sus ideales


Mi amigo, el Comisario, dicen que ha ascendido
Que otra estrellita le cuelga en el pecho como un escapulario
Yo lo veo, lo miro y el no ha cambiado
Sigue siendo el mismo Mario

Ese que apreciamos todos por su franqueza, por su hablar claro
Y que da la cara y sólo pone los grados en la mesa de los Comisarios
Esos que si sacan chapa pero no tienen los mismos atributos personales
Que mi amigo Mario


Por eso cuando yo digo que tengo un amigo que es un Comisario
Lo digo con orgullo, porque sé quien es Nuñez Mario
Y que no te va a defraudar ni como persona ni como funcionario
Y por más que le caigan “huevos fritos” en el pecho como un escapulario
El va a seguir siendo, el Cheschico, Mario
Y yo seguiré diciendo con orgullo, mi amigo el Comisario.