CARTA A LA DISTANCIA
Veinticuatro años hace de tu partida
de aquel viaje sin retorno
del que no sabía ni presentía,
y que tarde y bruscamente sabría.
Viajaba con la esperanza de encontrarte
pues me dijeron que estabas enfermo,
más esa mentira piadosa, en realidad fue
un duro y atroz sufrimiento.
Quería darte el último Adiós,
un cajón cerrado me lo impedía,
tu imagen difusa por la distancia
acentuaba la agonía.
Hoy no te siento distante,
perdón pido, es contrición sincera
por todo lo que me diste
y no dije Gracias Viejo, siquiera
No fui tu amigo ni tu compañero,
no te comprendí ni me deje comprender
hoy que tengo mis hijos te entiendo
y se que estás conmigo y me entiendes también.
Llegará el día en que juntos estemos
en el mundo al que partiste un 18 de abril
por ahora guíame e ilumina a tus nietos,
Papá, llena el hogar con tu risa juvenil.