DESAZÓN
Cae la lluvia sin cesar
y mi alma se transporta al más allá.
recorre pueblos, ciudades y aldeas,
y así como el agua moja los campos,
mis mejillas se bañan por el llanto
sabes porqué, en mi recorrida vi hambre
miseria, dolor, lágrimas y muerte,
sólo algunos, en apariencia, felices.
Qué nos pasa, no queremos la vida,
despreciamos el amor,
porqué en vez de fabricar armas,
sembrar caos,
alimentamos a los niños,
los educamos para la paz,
nos preparamos para amar y servir
y no para destruir.
Veo tanto odio y maldad que a veces pienso
¿será el hombre creación de Dios?,
si Dios es Amor, porqué pareciéramos ser su antítesis.
Refiriéndome a tus preguntas en mi humilde opinión, una de las respuestas las podemos encontrar en el análisis de las diferentes religiones existentes y principalmente en sus conductores y seguidores. Todas pregonan sustancialmente el amor al projimo, pero, cuando se habla del projimo, únicamente se refieren a los que comulgan con sus cultos y no se atreven a criticarlos, mucho menos a contradecirlos. Cuando ello ocurre, se transforman en enemigos a destruir de cualquier manera. Las religiones deben entender que el projimo somos todos los hombres, sin importar nacionalidad, color ni credo y que en el discernimiento, en paz, de ideas y pensamientos, encontraremos las respuestas para la vivencia en armonia y sin miseria.
ResponderEliminarOtra respuesta se encuentra en la ambición desmedida. Solo se piensa en recibir y ganar sin límites, jamás en dar o en permitir que la mayoria de los seres de este mundo vivan de la mejor manera posible.